Cumplimiento Ambiental: Demasiado poco es dañino. Demasiado es costoso.

El gerente de desarrollo alza su copa y brinda con su compañero tras un divertido discurso: Después de un largo periodo en desarrollo, el nuevo monitor está finalmente listo para su comercialización. Este nuevo dispositivo debe servir para reconquistar secciones del mercado perdidas y penetrar a nivel internacional. La definición, el diseño, la función, el precio... todo va bien, hay un buen ambiente. Lo que aún no prevé: Pronto se preguntará, entre maldiciones, por qué durante el desarrollo del producto no pensó en la etapa posconsumo de sus productos.
Seis meses después: Un aviso de las autoridades ambientales llega a la compañía. Se solicita un formato que indique si el monitor está registrado, cuántos artículos hay en circulación, qué materiales y embalajes se han usado y, por favor, si pueden demostrar dónde, cómo y qué productos se están eliminando. Y la cosa no se queda ahí: La pantalla se comercializa en 23 países y cada uno de ellos tiene sus propios requisitos ambientales y leyes de devolución. Además, en algunos países se vende junto con altavoces o un computador portátil. Y el embalaje no  siempre es el mismo.
El gerente de la empresa hace llamar al responsable de desarrollo.  Las áreas de producción, control de calidad, gestión de desechos e incluso el departamento legal están presentes en la mesa. Nadie puede decir cuál es la cantidad exacta que se puede facilitar, por no hablar de las tasas que deben pagar. El gerente observa las caras confundidas alrededor de la mesa. Así que no queda otra que calcular la cantidad solicitada de productos en circulación y se redondea hacia arriba. Solo por seguridad para estar cumpliendo legalmente. Con los costos del fin de vida o  “End-of-Life" aparece una categoría completamente nueva en el presupuesto. Se esfuman el margen del monitor y todas las nuevas esperanzas. Además, deben corregirse todas las cifras de negocio estimadas. Con tendencia hacia abajo.
El encargado de desarrollo abandona la sala de conferencias. Cabizbajo y con la lección bien aprendida. Si solo tuvieraun sistema, para registrar los datos ambientales de los productos, el cual comprueba la integridad de los mismos y  los evalua para cada país con tan solo pulsar un botón... Un sistema que gestionara datos de ventas y movimientos de cantidades, además de poder realizar comprobantes para las autoridades...

Todo lo que ICM ofrece:

• Resumen de especificaciones de materiales, dimensiones y cantidades del producto. Incluso cuando el producto ya no se comercializa durante ese año, pero sigue generando residuos.
• Actualización de más de 340 sistemas de devolución y 84 ordenanzas de todos los países de la UE y de los estados de la AELC.
• Determinación, comprobación y clasificación de los datos de RAEE, embalaje y baterías del producto de acuerdo con los requisitos.
• Consolidación de los datos del producto con las cifras de venta.
• Identificación de las tasas obligatorias de recolección que se aplican en productos como discos duros, reproductores de MP3 o llaves USB y que cobra GEMA en Alemania, Copie France en Francia o Società Italiana degli Autori ed Editori en Italia.
• Garantía de la entrega de todos los datos necesarios al departamento adecuado y a su debido tiempo, incluyendo los informes de ejecución.