Una estrella verde que ilumina el cielo oscuro del reciclaje.

Montones de iPhone y iPod apilados en el rincón de la izquierda. Cientos de ellos. Y al lado, impresoras y portátiles de HP. Perfectamente ordenados y clasificados. Estos aparatos no son nuevos. Y tampoco están expuestos en una gran superficie de aparatos electrónicos. Sino en el centro de gestión de residuos electrónicos de la ciudad de Ho-Chi-Minh, en el sur de Vietnam. Estos aparatos son basura electrónica: residuos que se desmontan de forma profesional y respetuosa con el medio ambiente para poder ser reutilizados.
Xuân Phong es el director de uno de los varios centros de gestión de residuos electrónicos que hay en Vietnam y hoy nos hace de guía acompañándonos con visible orgullo por sus instalaciones mientras nos muestra las medias de seguridad, las cámaras de vigilancia, los muros y vallas de gran altura y los estrictos controles de acceso que rigen allí. Las exigencias que RLG nos pone son muy altas, nos cuenta Xuân Phong, ya que hay muchas mafias que quieren hacerse con estos aparatos para quedarse con las materias primas que pueden revenderse en el mercado. Por eso, la seguridad de la cadena de reciclaje comienza ya lejos de las puertas de este centro: en los numerosos puestos de recogida distribuidos por todo Vietnam en los que cualquier ciudadano puede depositar gratuitamente los aparatos de Apple o HP que ya no se utilizan. Solo en la ciudad de Ho-Chi-Minh hay ya varios puntos de recogida de estos. Hay planeados más que se irán instalando progresivamente en ubicaciones preferentes como colegios, organismos estatales y centros comerciales.
¿Depositar gratuitamente los aparatos electrónicos que ya no se utilizan? Lo que para nosotros suena normal, para Vietnam supone todo un cambio de mentalidad. Xuân Phong nos explica por qué. Hay muchos vietnamitas, los llamados «dong nat» que desmontan ilegalmente aparatos electrónicos desechados para vender las materias primas que pueden sacar de ellos. En Vietnam, muchas personas intentan ganarse así la vida, pero en vez de trabajar de forma profesional tratando los residuos con cuidado para reciclar muchos de sus componentes y materiales, los «dong nat» queman los cables y las piezas de plástico para llegar más fácilmente a metales como el aluminio, el cobre y el hierro que pueden vender fácilmente en el mercado. Así pues, lo que hacen los «dong nat» con los aparatos electrónicos antiguos no tiene nada que ver con un reciclaje profesional y respetuoso con el medio ambiente.

Reciclaje profesional, respetuoso con el medio ambiente y saludable en Vietnam. Gestión de residuos electrónicos auditada, controlada y organizada por RLG.

El nuevo sistema de recogida anima a los ciudadanos de Vietnam a concienciarse y cambiar de mentalidad: ¿Vendo mis aparatos electrónicos viejos por algo de dinero a personas que no me despiertan demasiada confianza y perjudico el medio ambiente y, con ello, también la salud de todos nosotros? ¿O prefiero depositarlos gratuitamente teniendo la conciencia tranquila de que las materias primas valiosas que hay en ellos van a ser recicladas de forma segura, cuidadosa y respetuosa con el medio ambiente?
En Vietnam, aún no existe mucha conciencia por gestionar y reciclar los residuos de una forma respetuosa con el medio ambiente. Las marcas Apple y HP son las primeras empresas que han decidido cambiar esto poniendo en marcha con RLG el programa de reciclaje «Vietnam Recycles», un sistema de recogida gratuita de aparatos electrónicos desechados o defectuosos para Vietnam. Este programa comienza con la mejor forma que existe de combatir la destrucción del medio ambiente y el daño a la salud: informar. Así pues, todos los prestadores de servicios de la plataforma Vietnam Recycling Platform (VRP) de RLG han recibido una intensa formación específica y han sido auditados. Xuân Phong también ha realizado varios cursos formativos de varias semanas y se ha convertido en socio de reciclaje de RLG después de haber recibido la certificación conforme a la norma ISO14002. Xuân Phong se conoce al dedillo todos los aparatos, todos los materiales empleados y todos los componentes nocivos. Él sabe cómo tratar y desmontar profesionalmente los aparatos electrónicos y cómo reciclar todas las materias primas obtenidas de una forma respetuosa con el medio ambiente. El aumento del número de aparatos antiguos depositados hace tener esperanza de que Vietnam se irá haciendo cada vez más verde y de que no solo asumirán su responsabilidad social fabricantes como Apple y HP, sino también los propios consumidores.
Hemos acompañado a un camión del programa «Vietnam Recycles» desde el punto de recogida al centro de gestión de residuos de Xuân Phong y nos hemos quedado impresionados con la minuciosidad y el esmero con que se ha trabajado en todo momento. En todos los puntos de recogida del país se registran electrónicamente el número de aparatos depositados, se documenta el peso y el número de los aparatos que se cargan en los camiones y se controla permanentemente el recorrido que siguen los camiones a través de un emisor GPS, ya que si un camión se desviara de la ruta, podría desviarse también material de forma ilegal. Además, en cada nuevo punto de recogida se vuelven a pesar, contar y controlar todos los aparatos. Una vez se han recogido suficientes aparatos, se envía un encargo de recogida online por medio de una aplicación o a través de la correspondiente página web. Otro aspecto a tener también en cuenta para la seguridad de todo el proceso es la rapidez. En cuanto los portátiles, impresoras, monitores, tabletas o móviles llegan al centro de desmontaje, en el plazo de un día ya se empieza con el minucioso proceso de desmontaje y reutilización.
Nos despedimos de Xuân Phong y nos subimos al coche. Dentro, el calor es insoportable por el sol que hace. Bajamos las ventanas y seguimos nuestro trayecto. Pasamos por la ciudad de Ho-Chi-Minh. Vemos a personas que transportan frigoríficos en bicicletas y tubos de rayos catódicos en carros de madera. ¿Es esta iniciativa de reciclaje una única gota sobre el asfalto vietnamita? Poco después pasamos por un colegio y recobramos la esperanza: a la entrada del colegio hay un contenedor de «Vietnam Recycles» para aparatos electrónicos desechados y defectuosos. Una estrella verde brillante nos sonríe y nos dice en vietnamita: «Cùng chung tay bẳo vệ Trái đất & sức khỏe chúng ta». Daos la mano. La tierra y la salud las protegemos nosotros.